Con el avance tecnológico de los Smartphone y en concreto de sus sistemas de captación de imágenes, es muy común escuchar voces que se alzan en favor de estos frente a la alternativa de cámaras fotográficas reflex o compactas. En esta serie intentaremos analizar las verdades y las mentiras de la fotografía móvil, desde un punto de vista técnico, pero sencillo.
I. El monstruo de los megapíxeles.
En la salvaje guerra de las compañías fabricantes de telefonía móvil, dentro de la competición en materia fotográfica, hubo un auge del lema «cuanto más mejor» en materia de megapíxeles.
Las compañías consiguieron que el usuario medio de smatrphone pudiera deducir si una cámara era mejor que otra en función de cuál tenía más megapíxeles, y no fue cuestión de mucho tiempo que un terminal de gama medio-alta superara en estos términos a muchas cámaras reflex y compactas del mercado. ¿Pero dónde está la mentira?
Los megapíxeles, a grandes rasgos, son los puntos encargados de recibir la luz y de transmitir esa información, que luego será codificada en imagen. Partiendo de esta definición, podría parecer cierta la afirmación de que a mayor número, mayor detalle.
No obstante, su capacidad para facilitarnos una buena definición está estrechamente relacionada con la calidad y el tamaño de los mismos, con la calidad y el tamaño del sensor y con el procesador.
Para simplificar; un número muy elevado de megapíxeles en un sensor demasiado pequeño, como es el caso de los terminales móviles, puede conseguir el efecto contrario al deseado, generándose errores y mezclas en las lecturas de la luz y el color debido a la proximidad y la deficiente calidad de los mismos, o bien a que el número de píxeles está falseado y multiplicado por interpolación.
Este fenómeno es el que da respuesta a que aquella cámara china que compraste por internet muy barata, con 30 megapíxeles, tenga una calidad fotográfica inferior a la vieja cámara compacta de tu padre de 8 megapíxeles.
De hecho, HTC, uno de los grandes fabricantes, dio hace ya tiempo un golpe en la mesa atreviéndose a lanzar terminales en los que reducían el número de píxeles en favor de ampliar el tamaño de cada uno de ellos, algo que denominaron como «ultrapíxeles» y que, según HTC, no sólo no supone una pérdida de definición, sino que además asegura la posibilidad de captación de imágenes hasta un 300% más luminosas. Véase HTC One M8
Por lo tanto, aunque los fabricantes han hecho grandes avances en la optimización de estos pequeños sensores y cada vez soportan un mayor número de megapíxeles con un funcionamiento óptimo, a la hora de elegir tu terminal orientado a la fotografía móvil ten en cuenta ese doble análisis, valorando además la calidad y el tamaño del sensor en juego y la potencia del procesador que se encargará de codificar la información.
Continuará…
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